El alcoholismo constituye un problema de salud pública, que ocasiona daños materiales, demanda de recursos médicos y afectación en la eficiencia de productividad en la población. Se trata de un padecimiento que genera necesidad y ansiedad, el alcohol una droga que genera adicción y tolerancia, pues la cantidad que se consume aumenta a la par que se desarrolla dependencia a la bebida. Es una enfermedad crónica, progresiva y mortal. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en América Latina, el primer lugar de consumo de alcohol lo ocupa Chile con el 9.6 litros per cápita mientras que México ocupa el décimo lugar con un consumo de 7.2 litros per cápita.
La desintoxicación forma parte del proceso de cura. Los efectos provocados por la abstinencia, han llevado a los fabricantes de dispositivos médicos, a crear aparatos que permitan otorgar un seguimiento efectivo para el tratamiento de la enfermedad, ya que es necesario monitorear los síntomas de abstinencia, que pueden volverse tan severos que pueden ocasionar consecuencias graves o potencialmente mortales.
Las clínicas de desintoxicación deben contar con equipos y dispositivos adecuados, una instalación de desintoxicación puede reducir los costos de hospitalización, tiempo de tratamientos e incrementar las posibilidades de realizar un tratamiento exitoso. Desde cilindros de medición, bombas dispensadoras hasta monitores de frecuencia cardíaca y equipos de reanimación, son aparatos que juegan un papel fundamental para ayudar a los pacientes a superar problemas de abuso de sustancias.
Entre los equipos utilizados, se encuentran aquéllos enfocados al diagnóstico y tratamiento: sistemas de laboratorio automatizados, equipos de electrocardiografía (ECG), tecnología y aparatos de investigación de ultrasonido, dispositivos de electroencefalografía (EEG), dispositivos inhaladores de oxigenoterapia, monitores cardiorrespiratorios y una amplia gama de equipos de fisioterapia.
Los desarrolladores de equipos médicos realizan grandes esfuerzos para evitar que los pacientes de desintoxicación sufran molestias durante el retiro de las sustancias. Tal es el caso, por ejemplo, de algunos neuroestimuladores que se utilizan durante el proceso de desintoxicación, no sólo del alcohol, sino de otras drogas, incluidos los opioides, se liberan suaves estímulos en forma de impulsos eléctricos para evitar dolor, bloqueando la incomodidad que genera la abstinencia. The bridge, es un dispositivo de un solo uso, se coloca detrás de la oreja y se deja durante todo el tiempo de tratamiento, el propio paciente puede retirarlo cuando entra a la siguiente fase, este tipo de dispositivos, también se utiliza par ayudar al paciente, cuando deje de recibir ciertos medicamentos que generan adicción.
También existen dispositivos audiovisuales de estimulación cerebral, que mantienen a los pacientes en un estado psicoemocional equilibrado, lo cual es muy útil en el proceso de desintoxicación. Variar la intensidad y la frecuencia de las señales activa o inhibe los procesos mentales del paciente. A diferencia del uso de medicamentos, este tipo de dispositivos, no genera dependencia.
Si las clínicas de rehabilitación y desintoxicación cuentan con el equipo necesario, de última generación para el tratamiento de adicciones, sin lugar a duda contribuirán a erradicar un problema que ha aumentado su incidencia y lograrán alcanzar sus objetivos de manera exitosa, sin afectar la calidad de vida de los pacientes.