La robótica ha impactado significativamente en los proceso de fabricación de dispositivos médicos, la cual no sólo tiene forma de robot humanoide, sino que la flexibilidad de los sistemas, colabora también en los procedimientos automatizados de ensamble, lo que facilita el cumplimiento de normas de calidad. La inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, revolucionan al sector médico, ya hemos visto, en entradas anteriores, cómo la robótica suave ayuda en tratamientos de rehabilitación, prótesis y otros dispositivos que mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Sin embargo, los avances tecnológicos continúan de tal manera que en algunos casos, podríamos pensar que se trata de una escena de ciencia ficción, pero los sistemas robotizados ganan terreno en diferentes campos y esa fue la apuesta de un grupo de investigadores en un artículo recién publicado en la revista Interface, de la Royal Society británica. Dos robots científicos, que son capaces de obtener datos, compararlos, formular una hipótesis, realizar experimentos, revisar los resultados y si es necesario, volver a comenzar eliminando las variables necesarias con una precisión tal, que sería necesario un gran equipo humano para acercarse a sus capacidades.
En el desarrollo de la investigación, existen muchos procedimientos automatizados. Gracias a la inteligencia artificial, un robot es capaz de recordar todo lo que se sabe sobre un tema, analizar y graficar datos obtenidos en tiempo real. Existe cierta resistencia a creer que un robot pueda ser un científico y tomar las decisiones que se requieran, pero la apuesta crece y después de todo, es menos probable que un robot cometa errores. Diversos experimentos realizados en procedimientos automatizados, encuentran que el punto de error más frecuente, es aquél relacionado con el factor humano. En Tokio, por ejemplo, por primera vez en la historia, un robot contendió por una alcaldía y su objetivo principal era terminar con la corrupción, a la vez que se comprometía a analizar las peticiones de los ciudadanos y a desglosar estadísticamente los aspectos positivos y negativos que tendría su puesta en marcha.
China apuesta por la implementación de robots en diferentes áreas, tal es el caso de los dos robots científicos llamados “Adam y Eva”. Eva, es un robot científico inteligente, consecuencia de la automatización de procedimientos, es capaz de analizar más de 10.000 compuestos diferentes cada día, muy por encima de las posibilidades de cualquier laboratorio actual. Adam fue desarrollado para investigar la genómica funcional de la levadura (Saccharomyces cerevisiae) y el robot logró identificar de forma autónoma los genes que codifican localmente las enzimas «huérfanas» en la levadura.
Los sistemas robotizados están revolucionando diversas áreas, pero el sector de dispositivos médicos, no se ha quedado atrás y será necesario cerrar brechas tecnológicas, con el fin de implementar nuevas tecnologías que sin duda, serán para beneficio de la humanidad.