Nuevas tecnologías médicas de incuestionable eficacia diagnóstica o terapéutica, se incorporan progresivamente a los servicios asistenciales.
La fabricación aditiva (AM), también conocida como impresión 3D, es un enfoque transformador de la producción industrial que permite la creación de piezas y sistemas más ligeros y resistentes.
Es, sin embargo, otro avance tecnológico que se ha hecho posible gracias a la transición de procesos analógicos a digitales. En las últimas décadas, las comunicaciones, la imagen, la arquitectura y la ingeniería han experimentado sus propias revoluciones digitales. Esta tecnología puede aportar flexibilidad y eficiencia digital a las operaciones de fabricación.
La fabricación aditiva utiliza software de diseño asistido por computadora (CAD) de datos o escáneres de objetos 3D para dirigir el hardware para depositar material, capa sobre capa, en formas geométricas precisas. Como su nombre lo indica, la fabricación aditiva agrega material para crear un objeto y por el contrario, cuando se crea un objeto por medios tradicionales, a menudo es necesario eliminar material mediante fresado, mecanizado, tallado, moldeado u otros medios.
Si bien la fabricación aditiva parece nueva para muchos, en realidad existe desde hace varias décadas. En las aplicaciones adecuadas, la fabricación aditiva ofrece una combinación perfecta de rendimiento mejorado, geometrías complejas y fabricación simplificada. Como resultado, abundan las oportunidades para aquellos que adoptan activamente la fabricación aditiva.
Las tecnologías AM ofrecen cuatro posibles fuentes de valor. En primer lugar, su capacidad para generar casi cualquier forma tridimensional permite a los diseñadores la libertad de crear piezas que funcionan mejor o cuestan menos que las alternativas convencionales.
En segundo lugar, sin necesidad de moldes ni herramientas fijas, cada pieza producida por una máquina puede ser única, allanando el camino para la personalización a gran escala.
En tercer lugar, la eliminación de las operaciones de fabricación y fabricación de herramientas que consumen mucho tiempo acelera tanto el desarrollo como la producción del producto, lo que reduce el tiempo de comercialización.
AM puede simplificar el mantenimiento y el soporte de productos en el campo, reduciendo la necesidad de inventarios de piezas de repuesto al permitir la producción bajo demanda de artículos a partir de archivos digitales.
Las principales aplicaciones de la impresión en 3D en la salud, se encuentran en los campos de radiología, prototipado de equipo médico, fabricación de equipo, prótesis y dental. Sin embargo, en campos como el trasplante de órganos se han logrado grandes avances al imprimir en 3D orejas, hígados y tejido muscular.
Esto deja los precedentes para que en un futuro, las listas de espera de donantes, se conviertan en solicitar que impriman tu nuevo órgano en 3D en cuestión de días. Sin duda, habrá mucho de qué hablar en los siguientes años con este tema.